Un total de 152 personas murieron en 2021 en sus viviendas. Los expertos aseguran que los causantes probables de los incendios en viviendas con muertes fueron los productores de calor, con 31 muertos, seguidos por fallos derivados del uso de la electricidad, con 13 víctimas. “Por tanto, el hogar, lo que debería ser un espacio seguro para sus moradores, se convierte en estos casos en un entorno agresivo y dañino. El momento del sueño, que debería ser de descanso, se transforma en una trampa mortal. Es más preocupante, si cabe, la relevancia que han tenido los ‘aparatos productores de calor’ a la hora generar este tipo de incidentes, pero también los siniestros con origen eléctrico, en muchos casos por una mala conservación de las instalaciones o por un mal uso de dichos aparatos”.
Si a esto le sumamos que en España más de 13 millones de viviendas cuentan con una instalación eléctrica deficitaria y lo que en términos de seguridad, salud, ahorro económico y eficiencia energética supone esto, se pone de manifiesto que ahora es el momento de proceder a la actualización eléctrica de los inmuebles.
Los instaladores eléctricos tienen mucho que decir en este sentido, ya que junto a arquitectos, arquitectos técnicos y administradores de fincas son las personas de referencia para transmitir a los propietarios la importancia de acometer una rehabilitación eléctrica porque nos va la vida en ello. Además, el coste de incluir la rehabilitación eléctrica en el proyecto de actualización de la obra sólo supone entre el 5% y el 8% del total de la rehabilitación y se amortiza rápidamente con el ahorro.
Hablando en términos económicos, por tanto, la actualización de la instalación eléctrica cuenta con grandes beneficios: reduce al máximo la factura energética del hogar, aumenta el valor del inmueble, amortización por ahorro y menor fiscalidad. Por ello, una vivienda eléctricamente actualizada no sólo mejora su precio hoy, sino que aumenta su valor mañana.
En lo que al medioambiente y eficiencia se refiere, además, acometer estas actualizaciones permite incorporar soluciones clave para la transición energética, reducir la contaminación, alcanzar confort y bienestar, acabar con la obsolescencia de la vivienda y formar parte de un futuro 100% eléctrico.
Todos los anteriores forman parte de los mensajes de la campaña ¿Reformas o Rehabilitas?, lanzada durante todo 2023 en el ámbito nacional. Esta iniciativa, impulsada por siete entidades de referencia de los sectores de la fabricación, distribución e instalación de material eléctrico en España (ADIME, AFME, AMBILAMP-AMBIAFME, ANFALUM, APIEM, CONAIF y FACEL), quiere que, bajo el lema, ‘Sin actualización de la instalación eléctrica no hay rehabilitación efectiva’ se recuerde que está en juego la obsolescencia prematura del 80% del parque de viviendas español. El Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana (MITMA) comunicó su apoyo a la campaña en favor de potenciar la actualización de la instalación eléctrica ante una rehabilitación integral.
El momento es ahora
El momento es ahora porque no hacerlo es desaprovechar las ayudas existentes, condenando a los inmuebles al envejecimiento prematuro.
El 2 de febrero finalizaba el plazo de presentación del Plan Rehabilita del Ayuntamiento de Madrid, cuyos fondos contaban con toda una línea de subvenciones dirigidas a mejorar, conservar y/o adaptar la normativa vigente de la instalación eléctrica de las comunidades de vecinos, como por ejemplo la instalación de un ascensor (que lleva aparejado la reubicación de los contadores eléctricos, acometidas, cajas generales de protección) o el soterramiento de instalaciones aéreas de telecomunicaciones. Todo este tipo de obras cuentan con ayudas de hasta el 50% o del 55% si el edificio cuenta con algún grado de protección. En esta convocatoria también se han incluido ayudas para la instalación de puntos de recarga de vehículo eléctrico en los aparcamientos de los edificios y toda una línea específica de energías renovables.
En la convocatoria de 2022 solo el 7% de las solicitudes fueron dirigidas a las actuaciones de conservación, donde se incluye la parte eléctrica, lo que pone de maniesto que aún queda mucho camino por recorrer.
Por otro lado, se ha vuelto a ampliar el plazo para aplicar deducciones en IRPF por la realización de obras de mejora de eficiencia energética, ahora hasta el 31 de diciembre de 2024 (Real Decreto-ley 8/2023).
Según informa la OCU, existen tres deducciones temporales en la cuota íntegra estatal del IRPF aplicables sobre las cantidades invertidas en obras de rehabilitación que contribuyan a alcanzar determinadas mejoras de la eficiencia energética de la vivienda habitual o arrendada para su uso como vivienda.
- Primera deducción, del 20%: por obras que contribuyan a la mejora de la eficiencia energética de la vivienda habitual o arrendada para su uso como vivienda, de hasta un 20 % de las cantidades satisfechas por las obras realizadas a partir de la entrada en vigor del Real Decreto-Ley 19/2021, de 5 de octubre y hasta el 31 de diciembre de 2024 (plazo ampliado).
- Segunda deducción, del 40%: para obras que contribuyan a una reducción de al menos un 30 % del consumo de energía primaria no renovable, acreditable a través del indicador de consumo de energía primaria no renovable del certificado de eficiencia energética de la vivienda, o mejoren la calificación energética de la vivienda para obtener una clase energética «A» o «B». Aquí la deducción será de hasta el 40%, con una base máxima de 7.500 euros anuales.
- Tercera deducción, del 60%: para obras de rehabilitación que mejoren la eficiencia energética en edificios de uso predominante residencial, en las que se obtenga una mejora acreditada de la eficiencia energética del conjunto del edificio en el que se ubica que conlleve una reducción de consumo de energía primaria de al menos un 30% o que conlleve la obtención de clase energética A o B para el edificio.