El concepto de Responsabilidad Social Corporativa (RSC), se definió a principios de la década de 1990, dentro de un contexto en el que muchas empresas empezaban a incrementar su internacionalización y a desarrollar actuaciones fuera de sus fronteras. Esto llevó a la globalización, un desarrollo sin precedentes a escala mundial, que generó impactos negativos sobre los derechos sociales, laborales o medioambientales, creando grandes desequilibrios entre países.
La RSC aparece como una herramienta para reducir estos impactos negativos, haciendo que las empresas tengan en cuenta sus responsabilidades con el entorno económico, social y medioambiental a la hora de tomar decisiones y establecer sus políticas de actuación.
La Responsabilidad Social Empresaria o Corporativa (RSC) es un nuevo marco de gestión en el que la empresa tiene en cuenta su responsabilidad con el entorno económico, social (empleados, clientes, proveedores…) y medioambiental a la hora de tomar decisiones.
Los cuatro pilares fundamentales de la RSC
1. Responsabilidad medioambiental
En cualquier tipo de actividad empresarial se consume energía, agua, se generan residuos, y se afecta al entorno de ubicación. Todo ello tiene impacto sobre el medio ambiente, y la RSC trata de minimizar ese impacto. Por ejemplo, con medidas de ahorro energético.
También nos podemos apoyar en diversas normativas, como la norma UNE-EN-ISO 14001:2015 que nos ayuda a implantar un sistema de gestión ambiental con el que se adquiere un compromiso de protección con el medio ambiente.
2. Responsabilidad comunitaria
Las empresas actúan y se enmarcan en un entorno social y comunitario que puede salir beneficiado o perjudicado con su actividad.
La RSC insta a las empresas a la búsqueda del desarrollo positivo de las comunidades en las que se encuentran. De esta forma la propia organización mejorará su imagen pública e incrementará su prestigio comunitario, haciendo que el entorno social se convierta en su aliado.
3. Responsabilidad respecto al mercado
La RSC se orienta a la satisfacción de las partes interesadas, como son los clientes. Los clientes buscan calidad en los servicios y productos y para ello la empresa ha de mantener elevados estándares de calidad en su actividad, con un aporte de plenas garantías.
En este aspecto nos puede servir de guía la norma UNE-EN-ISO 9001:2015, que busca la calidad a través de la identificación de las necesidades y expectativas de las partes interesadas (clientes, proveedores, subcontratistas, empleados, accionistas, competencia…).
4. Responsabilidad respecto al puesto de trabajo
Los compromisos éticos de la RSC también se aplican a las personas que componen su plantilla. Es necesario que los empresarios cuiden a los empleados y establezcan medidas de conciliación familiar, de formación continua, de reducción de horas extra, de participación en la toma de decisiones, de Seguridad y Salud en el trabajo…
La preocupación de la empresa por el bienestar de su equipo humano, puede traducirse en un incremento de la tasa de empleo de estable.
Dentro de la familia UNE, encontramos la UNE-EN-ISO 45001:2018, que puede ser de ayuda para abordar las iniciativas de la RSC. El objetivo de esta norma es proporcionar lugares de trabajo seguros y saludables, protegiendo la salud física y mental de los empleados.
Beneficios y ventajas competititas de la RSC para empresas, comunidades, clientes, y la sociedad en general
· Para las empresas
Las organizaciones que trabajan en el marco de la RSC, pueden ver aumentado su prestigio, su reputación y su credibilidad.
Desde el punto de vista de marketing empresarial, una buena difusión de las acciones del plan de RSC, pueden hacer que mejore su imagen y se capten nuevos clientes.
En cuanto a los trabajadores, el encontrarse en condiciones de trabajo dignas, aumenta su motivación, se sienten más valorados y más cuidados. Cuidar a los empleados es una forma de atraer el talento y mantenerlo.
· Para la sociedad
En muchos casos es la sociedad el principal destinatario de las acciones derivadas de la RSC, ya que son muchas las empresas que buscan los recursos de materias primas, o de personal en el entorno próximo. De esta forma se logra un desarrollo económico en la zona de ubicación.
· Para el medio ambiente
Las acciones de RSC de las empresas van encaminadas a minimizar el impacto, por lo que veremos prácticas sostenibles en cada una de las fases de los procesos productivos empresariales.
La RSC lleva aparejado un ahorro derivado del incremento de la productividad y eficiencia de los recursos, la disminución del consumo de energía y agua, la reducción de residuos y la recuperación de subproductos valiosos.
Casos de éxito de empresas que han llevado a cabo buenas prácticas de Responsabilidad Social Corporativa
En La Fageda, fábrica de yogures y lácteos ubicada en la comarca de La Garrotxa, en Girona, toda la leche que utilizan proviene de granjas con certificación de bienestar animal. La cebada para alimentar a las vacas de su granja proviene de sus propios cultivos. Han comenzado a utilizar envases de cartón para los yogures que fabrican, haciendo el producto más sostenible.
Su modelo de negocio también tiene una vertiente social importante, ya que incorpora en plantilla a personas de la comarca con discapacidad intelectual. El 46% de la plantilla reúne estas características, habiéndose reducido el paro a prácticamente el 0% en este colectivo en la comarca.
Encontramos otro ejemplo es Txita, empresa donostiarra que desde 2006, lleva realizando expediciones de paquetería en triciclo, consiguiendo reducir las emisiones de CO2 a su ciudad. Su modelo de negocio mejora la sostenibilidad de las ciudades, convirtiéndose en referente para otras empresas similares.
No solo las grandes empresas pueden trabajar con éxito bajo el marco de la RSC, hay acciones sencillas cuya implantación está al alcance de cualquier pequeña o mediana empresa.
APIEM tiene establecidas prácticas orientadas a favorecer la interacción con el entorno. La incorporación de aspectos de la RSC en su política de actuación, vino de la mano de sus certificaciones en las normas ISO 9001, en materia de calidad, e ISO 14001, en materia de medio ambiente.
Dentro de su política de reducción de consumo energético, APIEM renovó de manera completa la iluminación de las oficinas con tecnología LED, disminuyendo en un 65 % la factura de luz. En cuanto a gestión de calidad, APIEM está siempre abierto a escuchar a sus asociados y sus solicitudes se traducen, entre otros, en eventos formativos de interés, como la Semana del Vehículo Eléctrico en un incremento del 13 % en la oferta formativa del Centro de Formación en 2019, o en negociaciones y búsqueda de acuerdos con distintas entidades, siempre en beneficio de los asociados.
¿Cómo aplicar estas prácticas en la empresa instaladora?
Para gestionar de manera adecuada los residuos generados en oficina, se pueden colocar cajas para el reciclado de papel al lado de la fotocopiadora o la impresora y para recoger los residuos de tóner previo a su retirada por el gestor.
Se pueden establecer políticas de sostenibilidad energética para disminuir el consumo eléctrico, de manera sencilla, instalando detectores de presencia o cambiando fluorescentes por LED. También pueden realizarse campañas de concienciación en el uso del agua a través de cartelería, o instalar perlizadores en los grifos para reducir el caudal de agua.
Conciliar la vida familiar y laboral de todos los empleados es muy importante y puede conseguirse flexibilizando horarios dentro de nuestras posibilidades e implantando la opción del teletrabajo para aquellos puestos en los que sea factible sin bajar productividad.
La RSC abre un nuevo camino de cambio y mejora para cualquier tipo de empresa.
Aquellas empresas que apuesten por integrar la Responsabilidad Social Corporativa dentro de sus negocios, disponen de una gran variedad de herramientas en las que apoyarse para lograr sus objetivos, las llamadas normas de RSC:
APIEM. Asociación Profesional de Empresarios de Instalaciones Eléctricas y Telecomunicaciones de Madrid.
