El mercado libre es un mercado donde los precios de los bienes se determinan entre los vendedores y los compradores, mediante las leyes de la oferta y la demanda. Es decir, el precio de la luz lo establecen las empresas, quienes ofrecen distintas tarifas, ofertas y servicios extra a los consumidores. El mercado regulado, en cambio, es aquel en que los consumidores contratan su suministro eléctrico con una tarifa fijada por el Gobierno cada 3 meses: la Tarifa de Último Recurso (TUR). En este modelo el precio de la luz cambia cada hora y cada día y solo se ofrece la tarifa PVPC.