Recientemente, la Unión Europea ha dado un gran paso adelante en la lucha contra el cambio climático. El pasado 30 de marzo, el Parlamento Europeo votó a favor de una nueva normativa más estricta sobre gases fluorados, entre ellos el SF6 que encontramos en muchos equipos eléctricos. A efectos prácticos, esto obligará progresivamente a las redes de distribución eléctricas a instalar celdas de media tensión sin SF6, ya que este gas estará prohibido a partir del 1 de enero de 2026 para equipos de hasta 24 kV y a partir del 1 de enero de 2028 para equipos de hasta 52 kV. Estas disposiciones hacen referencia a todo equipo nuevo que se suministre para instalación nueva o existente, tanto para una sustitución como para una ampliación.
Esta decisión se enmarca en los objetivos de la UE de reducir las emisiones de gases de efecto invernadero y lograr la neutralidad climática para 2050. La Comisión Europea calcula que su Reglamento sobre gases fluorados ahorraría el equivalente a 310 millones de toneladas de CO2 hasta 2050, es decir, la misma cantidad de emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) que se produjeron en España en 2019.
Debemos tener en cuenta que el sector eléctrico es una de las mayores fuentes de emisiones de gases de efecto invernadero, por lo que es fundamental que este sector sea líder en la mejora de la sostenibilidad. Sin duda, eliminar de los equipos eléctricos el SF6, un gas de efecto invernadero 23.500 veces más potente que el CO2, es clave para conseguir estos objetivos.
Con esta resolución Europa apuesta por nuevas tecnologías que ayudarán a la descarbonización del sistema energético.
El porqué de estas iniciativas
Los gases fluorados son una familia de gases artificiales que se utilizan en diversas aplicaciones industriales, como refrigerantes, aparatos de aire acondicionado y equipos eléctricos. Son potentes gases de efecto invernadero (GEI) que contribuyen al cambio climático porque tienen un alto potencial de calentamiento global (PCG) y permanecen en la atmósfera durante miles de años.
Por ejemplo, el GEI SF6 se encuentra habitualmente en los equipos eléctricos, como las celdas de media tensión, para alimentar la red y las instalaciones eléctricas industriales.
El SF6 ya estaba prohibido en la UE para la mayoría de las aplicaciones, con algunas excepciones y especialmente en la industria eléctrica. En el momento de su adopción no existía ninguna tecnología alternativa viable para los equipos de media tensión. Ahora la normativa puede hacer frente al SF6 porque existen nuevas opciones tecnológicas sostenibles.
Para cumplir esta nueva normativa, las compañías eléctricas y los usuarios finales deben tomar medidas inmediatas para eliminar progresivamente el SF6 de sus equipos eléctricos de media tensión. Se trata de un paso fundamental para alcanzar el objetivo neto.
Tecnologías preparadas para la descarbonización
Se estima que existen más de 30 millones de unidades de celdas de media tensión instaladas que emplean hexafluoruro de azufre (SF6), un gas artificial que sirve como medio aislante. Este gas, utilizado en los equipos eléctricos por sus elevadas propiedades aislantes y dieléctricas, es de gran utilidad para la distribución eléctrica de media y alta tensión y es inofensivo para la salud. Sin embargo, es uno de los seis gases de efecto invernadero identificados por el Protocolo de Kioto por su alto potencial de calentamiento global cuando se libera en la atmósfera.
Si por error se liberara 1 kg de SF6 a la atmosfera, se calcula que tendría un impacto medioambiental igual que la conducción de un automóvil a lo largo de 200.000 kilómetros. Imaginemos multiplicar esta cifra por 30 millones de unidades de celdas…
Fuente: El Periódico de la Energía