Estas son las sanciones más comunes que suelen poner a autónomos y pymes

Las multas de Hacienda son una de las peores notificaciones que puede recibir un trabajador autónomo. La Agencia Tributaria puede multar al autónomo y a la pyme si incumple sus obligaciones tributarias, esto es, si, por ejemplo, no se presenta la Declaración de la Renta o algunas de las declaraciones que tiene la obligación de presentar.

La sanción económica irá en función de la gravedad del problema, así, según indican desde el portal Hablemos de Empresas, entre las multas más comunes se encuentra el no haber ingresado el resultado de una autoliquidación. La infracción puede ser leve, grave o muy grave, dependiendo de las circunstancias, y las sanciones de Hacienda pueden variar desde el 50 % hasta el 150 % del resultado de la liquidación, según corresponda a infracciones leves, graves o muy graves.

Hacienda también puede sancionar al profesional si omite ingresos en sus declaraciones. Esto suele ser el resultado de aquellos individuos que optan por no declarar ciertos ingresos con el propósito de evitar que Hacienda retenga una parte de sus ganancias. Esta infracción puede acarrear una multa significativa y aquí las sanciones oscilan entre el 50% de la cantidad no declarada en casos de infracción leve, y hasta el 150% en situaciones consideradas como muy graves.

Uso de software de doble uso

Por otro lado, la ley establece que una declaración que sea incompleta, inexacta o contenga información falsa y también si se realiza en un formato distinto al electrónico cuando esté obligado, se considera una infracción que conlleva una sanción fija que oscila entre los 150 y los 250 euros.

Aparte, Hacienda suele emitir sanciones en el caso de que se solicite de forma indebida una devolución de impuestos. Para esta falta, la multa se sitúa entre el 15% de la base solicitada de manera indebida y el 150% que se podría tener que pagar si se ha recibido la devolución indebidamente.

En cuanto al incumplimiento de las obligaciones contables y registrales, todos los empresarios y autónomos tienen la responsabilidad de mantener de manera precisa y ordenada un registro de sus compras y gastos en los libros de contabilidad correspondientes, según lo dispuesto en la ley. En caso contrario, estarán sujetos a una sanción que puede variar desde los 150 hasta los seis mil euros.

También se puede sancionar al profesional si utiliza un software de doble uso que incumpla las especificaciones exigidas en la norma o si no expide, remite o conserva correctamente las facturas.

Fuente: El País