Tras un buen 2021 en el que se recuperó el terreno perdido en 2020, el año más afectado por la pandemia, en 2022 las ventas en el mercado nacional del sector de material eléctrico han vuelto a tener un buen comportamiento, creciendo un 10,05%, según informa AFME.
El ejercicio 2022 ha estado marcado por la vuelta a la normalidad en la movilidad internacional, que ha beneficiado mucho a un país como el nuestro con una gran industria turística, la irrupción de la guerra en Ucrania y unas fuertes tensiones inflacionistas. “Dichas tensiones también han afectado al sector y, aunque la inflación se ha suavizado en los últimos meses, continuará siendo un tema a seguir este año, especialmente si el fin de la política de Covid 0 en China provocara fuertes crecimientos de su economía, afectando a la demanda mundial de materias primas”, indican desde la Asociación Nacional de Fabricantes de Material Eléctrico.
AFME considera que para 2023 se mantiene un notable nivel de incertidumbre. “Además de la ya mencionada inflación, el conflicto en Ucrania o la desaceleración de las principales economías de nuestro entorno, nos afectarán negativamente especialmente en los primeros meses del año. Sin embargo, el proceso de electrificación de nuestras sociedades se está traduciendo en una importancia creciente de la movilidad eléctrica, el impulso a las energías renovables y la eficiencia energética. Todo ello juega a nuestro favor y la Junta Directiva de AFME confía en que podamos cerrar 2023 con un crecimiento entre el 5% y el 7% para el mercado nacional”.
Desde la asociación se confía en que aumente el ritmo de implementación de los programas de ayudas relacionados con los Fondos Next Generation UE. “AFME junto con otras Asociaciones vinculadas al sector, seguirá velando para que estos fondos impulsen la tan necesaria rehabilitación de las instalaciones eléctricas de nuestro país”, señalan.