A final de diciembre desaparecerán las notificaciones electrónicas de la Dirección Electrónica Habilitada de la Agencia Tributaria. A partir del 31 de diciembre las notificaciones se podrán consultar a través de la sede electrónica de la Agencia Tributaria o de la Dirección Electrónica Habilitada Única (DEHú).
Durante algún tiempo se han utilizado a la par la Dirección Electrónica Habilitada (DEH) y la Dirección Electrónica Habilitada Única (DEHú) como medio para que el contribuyente recibiera las notificaciones electrónicas de la Agencia Tributaria. Sin embargo, esta medida era transitoria, por lo que la AEAT ya ha puesto fin a la utilización de ambos espacios: el 31 de diciembre. Al nuevo punto único de notificaciones se puede acceder haciendo clic en este enlace.
Descarga de notificaciones
Ahora mismo los usuarios tienen la posibilidad de descargarse de forma masiva las notificaciones que hayan recibido en ambos sistemas. Para ello pueden acudir al servicio web que la Agencia Tributaria ha puesto a su disposición para descargarse las notificaciones desde su sede electrónica.
Las especificaciones técnicas necesarias para proceder a la descarga de las notificaciones se encontrarán en la opción Especificaciones técnicas WS AEAT. La Agencia Tributaria también ha puesto en marcha una dirección de correo electrónico para solventar las dudas y problemas que vayan surgiendo. Así, los usuarios podrán remitir sus consultas a [email protected] .
Realizar copias de seguridad
La Agencia Tributaria recuerda que a partir de final de año los usuarios no podrán acceder a las notificaciones que estén archivadas en DEH. Siempre que los usuarios deseen consultar las notificaciones recibidas en dicho sistema, deberán haber realizado previamente una copia de seguridad, ya que estas desaparecerán del sistema a partir del 1 de enero.
El organismo público aconseja realizar copias de seguridad porque, aunque se han migrado los datos entre ambas plataformas, así se evita que cualquier fallo de migración o informático afecte al usuario.
Fuente: Rocío González-Cinco Días