Abierto el nuevo viaducto que elimina el primer trenzado del Nudo Norte

Aunque las obras para desatascar el Nudo Norte, el punto negro de la movilidad de Madrid, terminarán a finales de este año, los trabajos marcan hoy un hito importante que, sin duda, facilitará la vida de los conductores. El nuevo viaducto que se abre al tráfico esta noche permitirá la conexión directa entre la carretera de Colmenar (M-607) y el paseo de la Castellana. Esta infraestructura sustituye al trenzado entre esta vía –a la altura del Hospital Universitario Ramón y Cajal y la M-30 desde la avenida de la Ilustración– con aquellos vehículos que se dirigen hacia el Nudo Norte en dirección al paseo de la Castellana o a la M-11/ M-30.

Este es el primero de los cuatro trenzados que se eliminarán con la remodelación, que serán sustituidos por el viaducto abierto hoy y por otros tres pasos inferiores que confluirán a distinto nivel.

Esta compleja obra de ingeniería, que comenzó en noviembre de 2020, es una actuación necesaria para eliminar la congestión de tráfico de esa zona, que soporta la circulación de 34.000 vehículos diarios en hora punta de la mañana y 33.800 en la franja de tarde. En el caso del viaducto que se inaugura hoy, esta solución facilitará el tránsito a los 20.000 vehículos diarios, según los datos que maneja el Área de Medio Ambiente y Movilidad, que estima que circulan cada día por este enclave.

Ahorro de tiempo

La remodelación que se prolongará hasta final de año prevé un ahorro de tiempo en hora punta del 31 por ciento en los desplazamientos de vehículos privados, lo que permitirá reducir un total de 3.667 horas al día. Esta actuación también mejorará la calidad del aire de la capital. La concejalía que dirige el edil popular Borja Carabante calcula que se llegará a reducir una media de 14 toneladas diarias de CO2 al día, lo que equivale al 0,5 por ciento de todas las emisiones que emite el sector del transporte por carretera en Madrid.

En concreto, la ejecución del nuevo viaducto facilitará el flujo directo del tráfico proveniente de la M-607, desde zonas tan pobladas como Tres Cantos, Montecarmelo, Mirasierra o Herrera Oria, al paseo de la Castellana. Los vehículos que transiten por la M-30 desde la avenida de la Ilustración podrán seguir circulando sin ninguna interferencia, para dirigirse al paseo de la Castellana por la salida que está ahora en uso en el entorno del Hospital de la Paz.

Este puente es de tipología mixta y tiene una longitud de 206 metros. Sus vanos –la distancia entre las estructuras que le sirven de apoyo– son de 36, 62, 68 y 40 metros. Su planta presenta una alineación curva de 500 metros de radio y tiene una anchura de 7,3 metros divididos en un carril de 4 metros y dos arcenes, izquierdo y derecho, de 0,5 y 1,5 metros, respectivamente.

Solución para los vecinos

Su «novedoso sistema de iluminación integrado en el propio viaducto servirá para guiar al tráfico por el carril de circulación y permitirá eliminar, una vez finalizada la obra del Nudo Norte, los báculos de gran altura actualmente existentes», destacan en el ayuntamiento. De esta manera, afirman, «se solventarán los problemas de contaminación lumínica que hoy soportan los vecinos de la zona».

La obra también resuelve, en gran medida, las molestias por la contaminación acústica transmitidas por los inquilinos de las viviendas colindantes, gracias a la reforestación del talud verde que separa la calle de Pedro Rico y la M-30. En este lugar se plantarán 50 ejemplares vegetales frondosos, principalmente de hoja perenne, que harán la función de pantalla visual y acústica de la autovía de circunvalación y su entorno.

Esta actuación no estaba contemplada en el proyecto inicial, pero el Área de Medio Ambiente y Movilidad ha considerado necesario ejecutarla para dar solución a los inconvenientes que han sido trasladados al consistorio por los vecinos del barrio afectados.

Pese a que los desvíos efectuados han reducido la capacidad del nudo, las obras marchan a buen ritmo. De hecho, acabarán antes de lo planeado en un primer momento. La conjunción del teletrabajo forzado por la pandemia y las vacaciones estivales permitieron darle un importante acelerón a los trabajos de remodelación del Nudo Norte y acabará tres meses antes de lo previsto.

Final tres meses antes

«Pensábamos que se iba a producir una importante congestión como consecuencia de las obras, que no se ha producido», subrayó el delegado del ramo tras constatar los datos de movilidad a finales del pasado verano. «Eso nos ha permitido ir adaptando el ritmo de trabajo y en función de eso ir viendo si se podían producir cortes de tráfico más ambiciosos de los que estaban previstos. Lo hemos hecho y por tanto hemos agilizado los plazos», destacó Carabante.

En la última etapa de la intervención se actuará en la superficie con fresados, pavimentación, alumbrado y drenaje de las vías. Sin embargo, esta parte de las obras no tendrán incidencia reseñable sobre los conductores, ya que son trabajos que se asemejan a la ‘operación asfalto’ y se realizarán en horario nocturno.

Fuente: ABC Madrid

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