En marzo y abril acaba el periodo de carencia para las empresas que solicitaron ICO en la primera ola de la pandemia

Marzo y abril están a la vuelta de la esquina. Son los meses en que acaba el periodo de carencia para aquellas empresas que solicitaron créditos avalados por el Instituto de Crédito Oficial (ICO) en la primera ola de la pandemia. Hasta noviembre de 2020 la carencia era de un año y entonces se amplió a dos. El periodo tiene un máximo de 24 meses, aunque en mayo pasado se permitieron más ampliaciones pero siempre que haya acuerdo entre el deudor y la entidad financiera en cuestión, y esta lo considere oportuno.

Los dos años están a punto de cumplirse para quienes solicitaron los préstamos con aval en marzo y abril de 2020 y los temores que provoca empezar a devolver los préstamos se han despertado en no pocas pymes. Con fecha 4 de mayo de 2020 se habían avalado un total de 272.048 operaciones crediticias, de las que el 98,2% correspondían a autónomos y pymes. En enero de 2022, el total de las operaciones avaladas (una misma sociedad puede solicitar más de un crédito) superó el millón, según datos del ICO.

La Confederación Española de Pequeñas y Medianas Empresas (Cepyme) ya lo empieza a advertir. “La actividad económica todavía no se ha recuperado al nivel anterior de la crisis y, además, la reactivación está siendo dispar sectorial y territorialmente, lo que provoca que muchas empresas no han podido recobrar un ritmo óptimo para hacer frente a la devolución de los créditos ICO”, señalan.

En la organización empresarial afirman que “la facturación de 2021 en sectores como el pequeño comercio y la hostelería todavía está al 50% del año 2019, porque siguen muy afectados por la no recuperación del turismo, sobre todo internacional, y por el teletrabajo”.

La radiografía de los más vulnerables es evidente: empresa pequeña dedicada al comercio o a la hostelería y ubicada en una zona turística. Aunque en Cepyme insisten en que el problema de liquidez es general en todo el país, “porque todavía muchas empresas están sufriendo la menor actividad provocada por la sexta ola de coronavirus”, sí que matizan que hay comunidades autónomas con pymes y micropymes “más apuradas” como son las turísticas.

Otra de las dificultades que la organización quiere destacar de nuevo “es la restricción del crédito, lo que perjudica en especial a las pymes”. Mayores tipos de interés y mayores exigencias de garantías, “debido en gran parte al deterioro de los balances de las empresas”, son hechos con los que se están encontrando estas.

El Banco de España recoge en su Encuesta sobre Préstamos Bancarios del pasado enero que “en el cuarto trimestre de 2021 los criterios de concesión de préstamos se endurecieron ligeramente en España de forma generalizada”. Añade que los más afectados por ello han sido las pymes y los autónomos.

Dudas

Axesor, empresa del grupo Experian, informa en su boletín mensual de morosidad correspondiente al mes de enero de 2022 de que “se presentan dudas sobre la devolución de los mismos (créditos con aval público) o, si se prefiere, sobre la solvencia de las compañías para afrontar las amortizaciones pactadas”. Y agrega que “el 40% de los beneficiarios de los préstamos ICO han reestructurado su deuda, ampliando el periodo de carencia hasta el próximo mes de mayo”.

En términos generales, el boletín avisa de que se ha producido un repunte del 23% interanual del número de créditos, no solamente los avalados por el ICO, “en situación de vigilancia especial, que son aquellos en los que se observan dificultades para el pago. Todo ello podría desembocar en un incremento de la morosidad a partir del segundo trimestre del ejercicio”. La subida de la inflación y la ralentización del crecimiento de la economía son factores que contribuyen a la incertidumbre, explican en el boletín.

Financiación alternativa

“El vencimiento de las carencias de los créditos ICO llegará estos próximos meses, entre marzo y julio, y las empresas tendrán que empezar a hacer frente a la devolución de estos créditos, a pesar de que en muchos casos no lo podrán asumir”, se indica en la presentación del segundo Barómetro Empresarial de Fintech y Financiación Alternativa del Instituto de Estudios Financieros y la consultora Altria Corp.

Este barómetro pone de manifiesto que, “de cara a 2022, el 77% de las empresas tendrá que buscar nueva financiación”. Financiación sobre la que pende “un potencial aumento de los tipos de interés”.

El 57% de las empresas consultadas no descarta financiación alternativa (factoring, renting o leasing, entre otros instrumentos) durante 2022. En 2021, las compañías que no lo descartaban suponían un 34% del total, según el barómetro.

Fuente: Cinco Días.

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