La llegada de los fondos europeos será una oportunidad única e histórica para el sector de la rehabilitación, uno de los más beneficiados por la asignación de las ayudas comunitarias. El Gobierno ya aprobó el reparto de los más de 1.600 millones de euros que pretende destinar a la reforma de viviendas y edificios públicos a través de las autonomías procedentes del Plan de Recuperación, que contempla 20 proyectos que suman 66.524 millones de euros, siendo el segundo más abultado económicamente el relativo a la rehabilitación de viviendas y la regeneración urbana, con 6.820 millones de euros.
Un montante que será movilizado hasta 2026 y que, según los cálculos gubernamentales, permitirá acometer medio millón de rehabilitaciones en viviendas, construir 20.000 nuevos pisos, generar más de 180.000 puestos de trabajo e inyectar a la economía española unos 13.500 millones de euros.
Sin embargo, la Asociación Nacional de Distribuidores de Cerámica y Materiales de Construcción (Andimac) advierte de que el futuro del sector de la rehabilitación y el cambio de modelo no deben depender únicamente de los fondos europeos, por lo que anima a aprovechar este dinero para generar una inercia y un modelo propio que permita crear un mercado tan necesario como deficitario en España.
Prueba de ello es que el parque inmobiliario avejenta a un ritmo anual próximo al 2%, mientras la rehabilitación edificatoria afecta sólo al 0,12% del mismo, una brecha que si se mantiene en el tiempo puede erosionar el valor del principal activo de ahorro de las familias españolas, además de deteriorar la calidad de vida dentro del hogar.
Andimac advierte de que la tasa de rehabilitación está un 93% por debajo de su potencial
Según previsiones de la patronal, el sector de la reforma y rehabilitación crecerá en torno al 6% en 2021, el gasto medio de los hogares españoles en materiales de construcción e instalación será este año de unos 1.000 euros, y durante este ejercicio se realizará algún tipo de reforma interior en, aproximadamente, 1,5 millones de viviendas. No obstante, la tasa de rehabilitación del parque edificado se encuentra actualmente a niveles de actividad un 93% por debajo de su potencialidad.
Y en este contexto, Andimac lamenta la inexistencia histórica de una política integradora capaz de crear un producto de rehabilitación en España. Para remediarlo, la patronal de la reforma quiere ayudar a que los profesionales de tiendas de materiales de construcción puedan convertirse en agentes de la rehabilitación: una nueva figura que recogerá el Real Decreto por el que se regulan los programas de ayuda en materia de rehabilitación residencial y vivienda social del Plan de Recuperación.
Andimac considera que el papel de las tiendas de materiales de construcción puede ser determinante para aprovechar al máximo las ayudas comunitarias, ya que en el ámbito de la gestión de la demanda de reforma y rehabilitación actúan como los concesionarios de vehículos en el ámbito automovilístico; es decir, como puntos de encuentro entre industria, empresas de rehabilitación y los particulares y comunidades de propietarios.
Por ello, la patronal orientará a los almacenes y tiendas de materiales en su transformación en centros especializados en asesoramiento y ejes vertebradores para transmitir buenas prácticas profesionales que logren madurar un mercado tan importante a la hora de generar efectos tractores en la economía, puesto que este segmento representa el 75% del valor de los materiales en edificación residencial -construcción nueva más reforma en edificios y viviendas- y más del 40% del sector en general.
Andimac asegura que el diseño de políticas y el rol que juega el sector de la construcción para convertir a la rehabilitación en un producto de consumo son palancas clave. Y aclara que si un producto debe diseñarse antes que comercializarse, el diseño integra a instituciones -marco de incentivos para fomentar la actividad-, a la industria de los materiales -capaz de generar soluciones técnicas de valor añadido y accesibles- y a los agentes técnicos -para diseñar proyectos y ejecutarlos de forma apropiada-.
Vías de proximidad
En cuanto a su comercialización, la patronal afirma que el concepto de ventanilla de información municipal es una vía de proximidad clara, pero reactiva. Por ello, apuesta por el desarrollo de vías de proximidad proactivas en divulgación, concienciación, dinamización, facilitación y gestión de los programas de reforma y rehabilitación. En este sentido, la ventana abierta en torno al desarrollo de agentes de rehabilitación y oficinas de rehabilitación por empresas privadas puede ser un gran avance. Asimismo, sugiere que las tiendas especializadas demuestren su pertinente formación y cualificación para colaborar con colegios profesionales de arquitectos o instituciones locales para apoyar la ejecución de los mejores proyectos.
Desde esta perspectiva, un proyecto de rehabilitación sería la culminación de un proceso complejo de promoción, información y toma de decisiones. En concreto, en el sector de la construcción, la distribución profesional de materiales sería el agente de la edificación capacitado para llevar a cabo la promoción técnico comercial de este producto. Además de transportar productos, estos profesionales transfieren su conocimiento y generan oportunidades en el mercado: una función logística intangible que constituye un activo potencial para las políticas de rehabilitación.
Sebastián Molinero, secretario general de Andimac, piensa que “el foco debe ponerse en el usuario final y las tiendas de materiales de construcción pueden ayudar a articular las medidas de manera efectiva y sostenible, siguiendo las directrices marcadas por las autoridades comunitarias”. Desde su punto de vista, la generación de un mercado requiere del diseño de un ecosistema que ayude a que “la demanda final decida invertir sus recursos, que siempre son limitados, en un determinado bien de consumo. Y la rehabilitación no es una actividad desde la perspectiva de la demanda, sino un producto que compite en relación coste/beneficio con otros que los usuarios tienen que ‘comprar”.
Fuente: El Economista