Superadas todas las exigencias y procedimientos, el cable Prysmian Prysolar alcanza una de las más importantes certificaciones de producto a nivel mundial, TÜV Rheinland.
Los cables para instalaciones fotovoltaicas están expuestos a influencias externas (condiciones de temperatura dispares, radiación solar directa, presencia de agua, etc.) es por ello que son componentes críticos del sistema y un fallo puede provocar la interrupción de la generación de energía. Sus normas de diseño EN 50618 y IEC 62930 contienen numerosos ensayos que el cable ha de superar para garantizar su cumplimiento.
Sin embargo, la evolución de la tecnología en los sistemas de generación fotovoltaicos va por delante de la propia normativa, especialmente ante eventos climáticos extremos no previstos, como intensas lluvias o inundaciones, las cuales pueden causar el deterioro de los cables, y, por tanto, su fallo, con consecuencias negativas de pérdida de generación eléctrica, fiabilidad del suministro energético y retorno de la inversión.
Es el motivo por el que Prysmian Group desarrolló un protocolo de prueba innovador y pionero en el sector, denominado WET-I, que certifica la resistencia durante periodos de tiempo prolongados bajo el agua de los cables de CC. Fruto de ello diseñó el cable Prysmian PRYSOLAR, adaptado a dicho protocolo, ofreciendo unas excelentes prestaciones y una vida útil superior a 30 años, lo que para los usuarios se traduce en un retorno fiable de la inversión, un aumento de la eficiencia operativa de los activos, una reducción de los gastos de funcionamiento y un menor coste nivelado de la energía.